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PSICOLOGÍA Y ALQUIMIA



Este es uno de los temas más difíciles, y a la vez más sencillos, desde el punto de vista de la filosofía a la manera clásica, puesto que bien es sabido que las cosas son sencillas por su manera de abordarse desde lo que está cerca de nosotros, desde lo que es comprensible y a través de una cierta capacidad de profundización, hasta lo complejo, pero lo complejo que no tiene por qué ser complicado o hipersoluble. Así pues, la filosofía es perfectamente accesible en el mundo que nos rodea, y cada vez más complicado.

Justamente el tema del que hablamos hoy, el tema de la Alquimia nace como respuesta a esa necesidad del ser humano, el ser humano desde que es tal, es decir, desde que por naturaleza siente la necesidad de poder indagar en el mundo que le rodea, de poder conocer, desmenuzar, no solo los mecanismos y los cómos de todo lo que nos rodea y está a nuestro alcance, a la vista, sino también las transformaciones del mundo, las realidades internas que conviven en el ser humano.

La Alquimia no es sino una ciencia que busca una respuesta en esa dirección. En la dirección de poder comprender, entender las leyes, los mecanismos de funcionamiento del Universo y del hombre. Es por eso que a pesar de los clichés o que la historia acaba marcando determinadas ciencias, la Alquimia abarca mucho más de lo que en forma popular y casi universitaria de carril ha sido admitido durante muchos años, la idea de que la Alquimia en la Antigüedad no era sino una forma pre-lógica de la química. La Alquimia es mucho más, y es por eso que vamos a tratar de profundizar un poco y encontrar relación en cuanto a las leyes, los principios, los fundamentos con que se manejaban los viejos alquimistas y el conocimiento que el ser humano necesita para poder extraer si es posible un poco de orden de ese mineral, de esas oquedades, de esa materia prima con la que está hecho el hombre.

Voy a tratar de abordar el tema de una manera sencilla tratando de desarrollar preguntas que de forma sencilla no se puedan resolver, y trataré de usar un lenguaje lo más sencillo posible, puesto que el conocimiento no se halla en el lenguaje sino en la manera de abordarlo.

Así pues, en principio, ¿qué es la Alquimia real? Porque la versión que nos llega a nuestros días, en los circuitos educativos oficiales es que la Alquimia son los primeros balbuceos o intentos por parte de unos pseudos científicos que intentaban arañar esas leyes de la naturaleza, de los velos de la apariencia de los fenómenos, y con ese intento de dominio de las leyes físicas, químicas de la naturaleza van a intentar hacer transformaciones, experimentos, mutaciones, etc., etc... y eso se fue afianzando poco a poco en un proceso lógico que llegó a una comprensión de las leyes que van a constituir hoy una ciencia con mayúscula.

Bien, esto no es así de entrada porque se ha constituido en base al desprecio a una ciencia que no se conoce porque no se entiende su lenguaje. Con la mima actitud, dentro de 2000 años podrían juzgar nuestra química, porque no sé como dentro de 2000 años van a saber que cuando vean H2O es agua, probablemente dentro de 2000 años sigan viendo el símbolo del agua egipcio de hace muchos más miles de años y lo entiendan y sin embargo H2O no lo entiendan como agua. Lo mismo sucede con los elementos de la Alquimia, que son muy antiguos y se muestra como todo este conjunto de ciencias veladas, plenas de símbolos para que solo aquel que posea las llaves del conocimiento pueda entrar en él, actitud que por otro lado desaparece con el siglo XIX, y recién en nuestro mundo puesto que el conocimiento de alguna manera se hace universal.

Se hace universal hasta cierto punto puesto que también es cierto que determinadas leyes o conocimientos no se pueden hacer universales sencillamente por el uso terrible que se podrán hacer de ellos, tanto es así que los conocimientos que han trascendido ya se están haciendo un uso terrible, como por ejemplo sobre la estructura íntima del átomo. No se ha usado precisamente como beneficio para la humanidad sino todo lo contrario, para crear la bomba atómica.

La Alquimia tiene una antigüedad tremenda, no sabemos bien de donde puede venir, si bien es cierto que la ciencia como tal, ese ciencia de investigación, de conocimiento, de desarrollo de las huellas de la naturaleza y de sus transformaciones habría existido en toda cultura con un cierto carácter, con una cierta profundidad como Egipto, pasando por América, etc., pues todas van a tener un cierto conocimiento sobre el tema, ¿qué es lo que fundamenta la Alquimia?¿cuáles son los principios fundamentales que la sustentan? Tanto si nos referimos a la Alquimia de la edad Media, como a la de Egipto, está basada sobre unos principios fundamentales, el primero de ellos y que está basado sobre otro concepto interesante que es el de la materia prima, dice que el universo en su conjunto forma una unidad que si bien no es homogénea, es decir que tiene diferentes formas de estar esa unidad, sin embargo está totalmente relacionada y forma como un todo donde cada una de las partes está relacionada, obedeciendo a un principio que viene del Kibalyon donde las leyes que rigen lo grande dentro de ese todo también rigen lo pequeño, es decir que las leyes más universales se pueden expresar y aplicar también el lo pequeño.

Este principio del Kibalyon viene a decir ?Así es arriba como es abajo, así es abajo como es arriba?, y parte de la idea de que esa unidad, ese universo si bien es una unidad, sin embargo se manifiesta en diferentes niveles o planos vibratorios, se manifiesta estando en diferentes momentos, en diferentes estados donde todo participa de una misma esencia. De hecho eso mismo es también una idea fundamental de también otras enseñanzas muy antiguas que nos hablan de la creación del mundo como una materia primordial indiferenciada, homogénea sobre la que interviene un principio diferenciador un logos, una inteligencia, un Theos, y sobre esa materia primordial, ese Theos va a gestar un cosmos, un orden universal, una estructuración dentro de la cual ese principio del Theos, ese principio de inteligencia divina, superior, estructurador, se va a ver manifestado en distintos niveles o grados, o planos, que veremos después cuando hablemos de los cuatro niveles o cuatro elementos de la naturaleza de los que nos habla la Alquimia.

Ese sería el primer principio de la Alquimia, es decir, el universo es un universo organizado, diferenciado, dirigido por leyes universales, y por tanto conocible, visible. No es universo casual, sino causal. Puesto que es un universo causal, es decir en el que rige unas leyes de causa-efecto, hay unas leyes
que están gobernando ese universo que no tienen por que ser unas leyes estáticas mecanicistas y frías, muertas, sino que pueden ser inteligentes y que están rigiendo ese universo.

Por lo tanto el hombre en la medida de su capacidad, puede comprender ese universo, y puede predecir, y puede moverse dentro de ese universo puesto que es causal, no es casual. De alguna manera no va a pasar cualquier cosa, va a pasar algo que está dentro de un orden, aunque a todos se nos escape, y cuando sucede algo que no estaba previsto o que no sabemos por qué sucede, entonces lo llamamos casualidad. Pero eso no significa que nuestra ignorancia le esté otorgando un sentido de caos. En el universo hay un cosmos, hay un orden.

El segundo principio dentro de la Alquimia, nos dice que en este universo que está manifestado, unido en un todo armónico, todo está en movimiento, es decir todo está en vibración, todo se está continuamente transformando. Por eso hablaba que la Alquimia es la ciencia de las mutaciones, y de las transformaciones, todo va hacia alguna parte, todo va hacia algún sitio, todo está en movimiento, y está en movimiento en los diferentes planos, en las diferentes realidades. Pero ese movimiento tampoco es casual, tampoco es caótico ni inesperado sino que obedece a unos principios. Es decir, todo está en evolución, todo va evolucionando hacia un arquetipo o meta, una finalidad conocida o desconocida para el hombre pero, todo se conduce por unos caminos que están previstos, que son parte de esas leyes del universo, aunque haya cierto margen de libertad dentro de ese movimiento.

Es como pasa en el estudio de la química de cualquier ley, uno sabe que hay unos principios que rigen cada principio o proceso, pero dentro del como se puede producir ese proceso hay unos ciertos márgenes, hay una cierta libertad, pero más o menos sabemos lo que va a pasar, si conocemos realmente los principios que rigen ese proceso. Pues bien, ese es el segundo principio de la Alquimia, todo está en transformación, todo está en evolución y de alguna manera todo está cumpliendo una finalidad. Metafísicamente, podemos decir que el movimiento del universo es un movimiento de retorno nuevamente a esa esencia primordial de la que hablábamos al principio, es decir que la materia organizada por ese Theos, ahora va a retornar y va a salir de una manera diferenciada, conciente.

De eso es de lo que nos hablan los clásicos cuando se refieren a la caída del alma en la materia, lo que en el cristianismo se habla también como la caída por el pecado original, es decir, el descenso al mundo del sufrimiento y de la experiencia para alcanzar nuevamente el paraíso primordial, pero no ahora inconscientemente sino por propia voluntad. O de lo que nos habla el Big Bang, que tras esa gran expansión del punto original donde todo el universo estaba concentrado, todo de alguna manera vuelve a retornar a ese centro. Sin embargo, el aspecto al que más importancia se le ha dado siempre desde un punto de vista más exotérico o digamos prosaico de la Alquimia, son las transformaciones del mundo físico.

Lo que pasa es que la Alquimia va más allá de lo que son simplemente procesos físicos, o cambios de estado, de gaseoso a sólido, etc., o procesos químicos que serían cambios moleculares, puesto que nos va a hablar de la transmutación, y donde había un átomo ahora hay otro. Donde teníamos un átomo de plomo ahora tenemos un átomo de oro, por pérdida o adquisición de electrones y de diferentes isótopos radioactivos.

De hecho, hoy día esa transmutación y transformación de la estructura íntima del átomo se puede hacer, se hace. Y eso no es un fenómeno químico, sino alquímico. Si hoy en día no se hace la transformación del plomo en oro es porque es muy caro, de hecho ya se hizo, lo que pasa es que el proceso en sí es más caro que el resultado final.

¿Por qué transformaban los alquimistas el plomo en oro? Antes hablaba de que en el Universo había distintos caminos evolutivos, y que los elementos estaban todos en transformación, y con el paso de la evolución y del tiempo iban a devenir en otra cosa, es decir, iban a resolverse evolutivamente en su arquetipo, en un modelo superior, pero eso es un proceso de millones de años, de hecho el plomo y la mayor parte de los elementos de la tabla periódica son inestables y tienden a la transformación, pero es un proceso de millones de años.

En otro terreno del mundo mineral, podemos entenderlo también por ejemplo con el carbón y el diamante. El diamante es el estado perfecto del carbón, lo que pasa es que el carbón no ha podido organizarse, puesto que las presiones alas que está sometida la tierra, en esos determinados momentos no le ha permitido poder estructurarse adecuadamente, y no ha podido cristalizar bien, pero el carbón y el diamante son lo mismo.

Pues bien, la antigua Alquimia lo que buscaba era precisamente la aceleración de esos procesos, conociendo esas leyes que rigen la naturaleza, acelerar esos procesos evolutivos de millones de años donde los elementos iban a devenir, iban acabar en su arquetipo o modelo final, pero, acelerando el proceso. No se trataba de saltarse pasos, ni de crear ago que no podía ser, sino de acelerar algo para que terminara siendo, pero en un tiempo más corto. Como la Alquimia contemplaba el universo en su conjunto, y los diferentes planos de la naturaleza, tenemos entonces que hablar de cual era realmente esa materia con la que trabajaba la Alquimia. Si realmente era solo con esa parte física de cuando hablamos del plomo y del oro, o qué era realmente la alquimia. ¿qué tenía que decir realmente sobre la naturaleza del universo y del hombre, puesto que el hombre forma parte del universo, y las leyes que rigen a uno también lo hacen al otro, puesto que lo macrocósmico también rige lo microcósmico?

Es decir, que el hombre también participaría de esas mismas leyes, de ahí que un conocimiento del universo nos lleva inevitablemente a un conocimiento del hombre, o viceversa. ?Oh, hombre, conócete a ti mismo, y conocerás el universo y a los dioses? Puesto que por analogía, por esa capacidad de relación, podemos llevar los principios que rigen una cosa a otra y podemos entenderla, es como la metáfora, como la poesía, como el símbolo. No es una razón lineal, es la capacidad de profundizar y de extraer la esencia que tiene todo, y poder entonces aplicarla como una luz sobra cualquier cosa. La torpeza del hombre le lleva a veces a todo lo contrario, a que esto es así y ya no sabe que cuando sea de otra manera tal vez también participe del mismo principio.

Bien, ¿cuáles eran entonces los elementos que componen esa materia alquímica? En terminología alquímica nos dicen que son tres, aunque uno de ellos es doble, y nos da el número cuatro. Hay una serie de simbología, y mística alrededor de la Alquimia, pero realmente a veces nos podemos sentir muy cercanos a toda su simbología puesto que forma parte de el mundo medieval, que está muy próximo a nuestro tiempo. Bien, pues esta Alquimia nos habla de que en el ser humano existe un componente de sal, un componente de mercurio, y otro de azufre.

En el universo entonces, habrían tres grandes elementos. A nivel humano, ¿a qué se referirían con el azufre? Se refieren al elemento espiritual, relacionado con el fuego, el mercurio, que tiene una naturaleza doble, es decir, metálico y líquido, o sólido y líquido, va a estar representando la psique, el mundo psíquico con esa dualidad, y la sal es el cuerpo, simplemente. De hecho, uno de los elementos donde se va a producir la obra o el encuentro es la cruz. En la cruz intervienen dos elementos, uno el horizontal que es el mercurio, otro el vertical que es el azufre, y el punto central que es la sal, el soporte para que se produzca la obra. Cuando se encuentran lo espiritual (el azufre) y lo psíquico (el mercurio), entonces de alguna manera se justifica el cuerpo. Es decir que la sal aparece como el vehículo para que se puedan encontrar esos dos elementos. Cuando va a producirse la muerte, esa lucha entre los elementos vertical y horizontal hace que el cuerpo desaparezca y se disuelva. Bien, ¿por qué decía que podemos hablar de cuatro elementos? Estos tres elementos que hemos visto están relacionados con los cuatro de los que nos hablaban los presocráticos, la tierra, el agua, el aire y el fuego. Los cuatro elementos primordiales de los cuales pende todo el universo. ¿Qué relación hay entre todos ellos?. Pues bien, la sal representaría la tierra, el mercurio el agua y el aire, y el azufre el fuego. ¿Qué son tierra, agua, aire y fuego?

La ciencia moderna ha querido ver en todo esto pues los elementos formales que conocemos todos en nuestra dimensión física, pero esto no es así, porque en realidad tierra, agua, aire y fuego están contenidos dentro del elemento tierra, siendo entonces el agua alquímica, el aire alquímico y el fuego alquímico, planos vibratorios del universo más sutiles que para poder identificar con el hombre hablaríamos de la tierra como el cuerpo físico, el agua como nuestra energía vital, el aire como nuestra psique o cuerpo emocional, muy inestable como el aire justamente, y el fuego con nuestra mente, estableciéndose así dos elementos verticales, que son el fuego y la energía, frente a dos horizontales que son la psique o el aire frente a la tierra. Así, cuando hablaban de que el universo está constituido por estos cuatro elementos se decía en realidad que el universo participa de estos cuatro planos de vibración, así como el hombre también.

Así, entramos también a desmenuzar su composición que a su vez podrá dividirse también en tierra, agua, aire y fuego, esto lo veremos claramente cuando hablemos de cómo puede subdividirse la psique a su vez en otras pequeñas partes, o de tonos vibratorios, o de sutilidad y espiritualidad. ¿Entonces la Alquimia que buscaba? ¿Cual era la finalidad de la Alquimia?

Porque aparecen cosas curiosas y enigmáticas, porque nos hablan de que lo que buscaban era el elixir de la eterna juventud, la piedra filosofal, la piedra angular y perfecta sobra la cual se ha construido el universo y sobre la cual descansa el Templo de Salomón, la clave perfecta de estructuración, la eterna felicidad, la transformación del plomo en oro, es decir de lo oscuro y denso en luminoso y transparente, como el sol. ¿qué quiere decir todo esto? ¿Realmente podían conseguir todos esta manipulación de elementos para alcanzar una inmortalidad material? Más bien cuando hablan de esta inmortalidad o perpetuidad no van a referirse a lo físico sino que nos van a hablar de una conciencia de lo inmortal o perenne, y cuando nos hablan de que en esa obra alquímica al final va a surgir sobra el azufre esa estrella diamantina que representa la piedra filosofal, ya no nos están hablando de esos cuatro elementos sino de un quinto elemento, que convive también dentro del hombre y del universo y que es superior, que es su conciencia superior y divina, su conciencia inmortal, que es la que realmente va a otorgar ese elixir de la eterna juventud, como la fuente de ilusión y magia, fuerza y voluntad que mira siempre al futuro, y eso solo lo da una conciencia despierta, plena y despierta.

No lo dan un peinado y una zapatillas deportivas, eso es solo un disfraz, puesto que la juventud no es solo un a cuestión de años, de que no tengamos arrugas físicas, puesto que hemos sacralizado demasiado la juventud física, ya que la peor arruga no es física, sino las arrugas que nos salen en el alma y en nuestros sueños, son las ilusiones que envejecen y se mueren porque nunca se plasmaron, y cuando hablaban de la eterna juventud, no estaban hablando de un mantenimiento de la edad que no cambia sino de un mantenimiento de aquello que realmente no cambia y que es el alma.

Bien, entonces hablábamos de una transformación del ser humano, se trata de poder establecer un orden dentro del ser humano y poder hacer surgir ese principio superior áureo, ese oro que se esconde dentro del ser humano y para explicar esto hablan de un proceso mediante tres fases: la obra al negro, la obra al blanco, y la obra al rojo, y yo voy a tratar de explicarlas. En el gótico por ejemplo, están representadas a través de los tres grandes rosetones, el que mira al amanecer, el que mira a mediodía y el que mira al atardecer. Esto es debido a que la Alquimia fue tremendamente representada mediante toda la iconografía medieval, etc...¿qué es eso de la obra al negro, la obra al blanco y la obra al rojo? es el proceso mediante el cual la Alquimia va a tratar de sacar es a estrella diamantina de la que antes hablábamos, ese elemento áureo, y parte de una primera fase, que es la obra al negro, y que va a tratar de destruir y des-estructurar algo, se trata de decomponer y liberar la materia de su encasillamiento, para producir una decantación que va a dejar cada cosa en su lugar, y va a producir una purificación dejando aflorar la verdadera naturaleza para luego llegar a la obra al rojo que sería justamente el que ese elemento que le da la identidad al objeto, ese principio diferenciador y áureo, y que estaba atrapado por la estructura de la materia, ese principio ahora retorne y organice la materia y la vuelva luminosa, transparente, y un fiel reflejo de lo que él es, que no es otra cosa sino esa proyección del Theos, ese principio inteligente y armonizador del universo.

En otros términos, se trata de que el ser humano pudiese sacar su conciencia de la inconciencia en donde vive, del automatismo y de la animalidad en la que vive, de esa etapa primera, de manera que a nuestra personalidad, que vibra en cuatro planos, tierra, agua, aire y fuego, o físico, vital, psíquico y mental, poderla desestructurar para que el ser humano pueda ser consciente y no actúe por reacción, por instinto, por mecanismo.

Si lo llevamos al terreno psíquico donde efectivamente existen también cuatro niveles, aunque en realidad serían siete, pero para no complicar más la cosa hablaremos de cuatro, y donde el más denso serían las pasiones, (aunque el más denso, relacionado con la tierra sería el mundo de los instintos, relacionado con el agua, serían el mundo de las sensaciones, relacionados con el aire serían las emociones, y con el fuego tendríamos las pasiones), por encima habría un quinto elemento que serían los sentimientos. ¿Y cómo se domina eso? Pues tratando de lograr, que nuestra conciencia se mueva en nuestra vida con conocimiento de causa, es decir que no actuemos por mandato externo, instinto o reacción, sino que el hombre sea dueño de sus sueños, sentimientos y pasiones, y nos pueda sublimar.

Todo esto se aplica hoy día incluso a la psicología, y con bastante resultado habiendo extraido todos estos conocimientos de aplicación sobre las emociones, que es un campo muy concreto de la alquimia, de el budismo, que justamente nos habla de cómo lograr a través de las cuatro elevaciones de la atención poder lograr un hombre totalmente dueño de sus emociones y sentimientos. Entonces es un ser que nace de dentro a fuera, decide sobre sí mismo si estar alegre o contento, no son las circunstancias la que lo mandan, por lo que las emociones pasan a ser un instrumento del alma, de expresión. Bien, entonces cuando nos hablan de transmutación, nos están hablando de sublimación de lo más instintivo o bajo, a lo más alto o espiritual.

Ese proceso además, en la simbología alquímica necesita de un elemento que es el fuego, porque todos los procesos alquímicos se hacen en el matrax, y se produce calentando con un determinado nivel de fuego. Ese fuego, ¿qué es? ¿qué representa? El fuego es imprescindible para que se produzca esa transmutación, y representa una tensión interior, que no es física, es el conocimiento que nos hace tener que tomar decisiones, estar vivos interiormente y no dormidos, es una guerra interior porque hay un elemento superior que tira hacia arriba, un arquetipo o algo superior que hace que vayamos hacia arriba, y que queramos un mundo mejor o ser nosotros mejores, y alcanzar cosas, aunque a veces nos equivoquemos.

Esa tensión interior, ese fuego va a permitir que la obra se produzca, por eso es necesario que haya esa tensión interior mediante metas y sueños elevados, que haya no una búsqueda del placer, de lo que me gusta o me deja de gustar, sino una concepción algo más elevada de las cosas, que nuestro motor de las cosas no sea ese me gusta o no me gusta, sino más bien lo que yo creo que es válido, lo que yo considero o percibo que debe de ser, y que me sirve y me alumbra mi comportamiento.

De hecho, gran parte de los problemas de nuestra sociedad en cuanto a violencia nacen porque el ser humano se mueve en el me gusta y no me gusta, que es lo más cómodo, y cuando uno empieza a actuar así, cuando llega un momento de conflicto o enfrentamiento de intereses, sigue usando la vía más cómoda, que es la de me enfado, y peleo, grito... es una reacción rápida. Sin embargo, cuando el ser humano, en vez de guiarse tanto por la vía instintiva empieza a regirse por un conjunto de ideas y principios de una manera racional cuando llega el conflicto e vez de reaccionar psíquicamente, analiza y resuelve racionalmente. Hoy día se ha descubierto que gran parte de los problemas de nuestra sociedad no son en gran parte por los sufrimientos que producen muchas de las dificultades que conlleva la vida, si no todo lo contrario, por la comodidad, por la falta de incentivos que lleva a más gente al suicidio que el pasar hambre.

Esto no quiere decir que pasar hambre sea bueno, sino que los dos extremos son malos, cuando el ser humano se ralentiza se muere por dentro.

Y hay un elemento más también muy importante en la Alquimia, y que es el Catalizador. Hemos hablado de cosas muy importantes, y el catalizador que es un elemento que se le añade al proceso pero que su presencia no altera el resultado, sino que provoca una aceleración en el proceso muy importante. ¿Y qué es un catalizador? Hay muchas cosas que funcionan como tal en la vida del ser humano, muchos elementos que nos van ayudar a decidir, paro en un nivel más profundo hay un elemento que siempre ha funcionado como tal, y que es de alguna manera el adentrarse y profundizar, acercando a nosotros las enseñanzas de los grandes maestros, es decir las grandes experiencias y verdades que contenidas en pequeños símbolos, despliegan en nosotros una conciencia de la vida, de donde venimos y hacia donde vamos, la simple presencia de esas enseñanzas, el aproximarnos como una suerte de espejo para mirarnos, puesto que si realmente hay una cierta humildad para querer avanzar en la vida y no prepotencia para andar criticando a los demás, sino que cuando nos acercamos con ganas de aprender realmente, estamos usando a los demás, a las enseñanzas, a cualquier oportunidad como un espejo para mirarnos a nosotros mismos, e intentamos ver también qué nos gustaría cambiar y como encontrar llaves para poder hacerlo.

A eso es precisamente alo que nos referimos cuando hablamos precisamente de catalizador, del acelerador, porque sería muy triste que el ser humano tuviese que pasar por los infinitos sufrimientos y dolores que el hombre padece una y otra vez por olvido. No puede ser el dolor y el sufrimiento el que nos haga reaccionar frente a las transformaciones que deberíamos de producir para que lo oscuro y negro no acabe pudriendo esa conciencia celeste y espiritual que el hombre tiene y que no se identifica para nada con el mundo soez.

El arte, por ejemplo, es otra forma de catalizador, ¿qué hace el arte? El arte provoca en el hombre una especie de resonancia cuando este arte realmente es arte, es decir encarna la idea de belleza, que le hace reconocer su naturaleza superior. En otras palabras, Platón diría que cuando algo bello se acerca al hombre lo que de bello hay en él sale y se asoma. Bueno, pues eso es una forma de catalizador, por eso el hombre generó la cultura, y las civilizaciones, para que estas sirvieran como un marco adecuado donde esa mutación, esa elevación alo más superior se produjera. Formas civilizatorias, miles, las que se han producido y las que se producirán con el transcurso de los siglos, pero servirán y serán útiles tanto en cuanto sigan ese principio, que ayuden y apoyen al hombre a que saque lo mejor de sí mismo. En ese sentido es en el que existió la Alquimia en el pasado, y volverá a existir en el futuro aunque no se llame Alquimia, puesto que muchas veces existió en el pasado y no se llamó Alquimia, sino que se llamó filosofía.


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