Espiral
Es un símbolo complejo utilizado desde el Paleolítico y que aparece en el Egipto predinástico, en Creta, Micenas, Mesopotamia, India, China, Japón, América precolombina, Europa, Escandinavia y Gran Bretaña.
Representa los poderes solares y lunares; es la gran fuerza creativa. Por su naturaleza en expansión y en contracción puede representar la aurora y el ocaso del sol, el creciente y el menguante de la luna, el crecimiento y la expansión por analogía, el nacimiento y la muerte.
Representa las estaciones cíclicas, la rotación de la tierra, el aspecto dinámico de las cosas en general. Las espirales están asociadas al hilado y al tejido de la tela de la vida y el velo de la Diosa Madre, que controla el destino y teje el velo de la ilusión.
En el plano metafísico simboliza los reinos de la existencia, las diversas modalidades del ser y los viajes del alma en manifestación hasta su regreso final al Centro.
Está conectada con el simbolismo del caduceo de la acción en dos direcciones y el solve et coagula de la alquimia.
Puede representar, como en el simbolismo celta, la llama y el fuego.
La espiral se simboliza con todo lo que es helicoidal, los caparazones del caracol, las conchas marinas, la oreja, los tentáculos del pulpo, etc
La espiral está también conectada con el ombligo en cuanto centro de poder y vida.
Información ofrecida por la Asociación Cultural Nueva Acrópolis - Málaga