El color simboliza lo diferenciado, lo manifiesto, la afirmación de la luz. Los colores que reflejan la luz son activos, cálidos y avanzantes, como el naranja, el amarillo y el rojo. Los colores que absorben la luz son pasivos, frios y retrocedentes, como el azul y el violeta. El verde sintetiza las dos divisiones. El blanco y el negro representan lo positivo y lo negativo y todos los contrarios.

Los colores claros y los oscuros usados en contraste simbolizan la materialización de la luz. Dios, como luz, es la fuente del color.

Amarillo: luz del sol, intelecto, fe y bondad.

Azul: la verdad, el intelecto, la revelación, la sabiduría, la lealtad, la constancia,
la castidad.

Blanco: lo indiferenciado, la perfección transcendente, simplicidad, luz, sol ,
aire, pureza.

Gris: lo neutro, depresión, cenizas, humildad.

Marrón: la tierra

Naranja: llama, fuego, lujo

Negro: la oscuridad primordial, lo no manifiesto, el mal, el vacío, vergüenza, destrucción, solemnidad, constancia.

Oro: el sol, poder divino, inmortalidad.

Plata: la luna, poder femenino, virginidad

Púrpura: realeza, poder imperial y sacerdotal.

Rojo: sol, guerra, dioses activos, fuego, amor, alegria, festividad, pasión, ardor.

Verde: Vida, juventud, esperanza, alegría, primavera, abundancia, paraíso.